La actitud y mentalidad con la que sales a vender influye directamente en los resultados. Si vas con una actitud derrotista y pesimista no vas a vender. Si vas con una actitud alegre y positiva vas a vender. No por arte de magia o por la ley de la atracción sino porque si tienes una actitud y mentalidad positivas vas a tomar acciones que llevaran a vender.
Y aquí viene la gran pregunta ¿Cómo afronto los muchos no que recibo cada día? Con la mentalidad de VOY A AYUDAR AL QUE PUEDA AYUDAR. Repite conmigo: Voy a ayudar al que pueda ayudar. Voy a ayudar al que pueda ayudar.
¿Ya?
Bien. Esta es la mentalidad que te hará vender y que además hará que los “no” dejen de afectarte. No todo el mundo te permitirá que le ayudes en ese momento. Esta es la actitud con la que has de afrontar la venta: Vas a ayudar al cliente que pueda ayudar, no a todo, vas a ayudar al que lo necesita y está dispuesto a escucharte.
Cuando recibas un “no”, no estás recibiendo un “no” tu como persona. Está recibiendo un “no” quizá lo que ofreces, quizá al momento que vas, quizá a factores que escapan de tu control, con lo cual no te lo tomes como algo personal. Escucha la persona y si no le interesa no fuerces la venta porque es pan para hoy y hambre para mañana y lo que buscas tu es un cliente para toda la vida, que esté satisfecho y te pueda aportar referencias. Mejor respeta su “no” y deja pasar un tiempo. El “no” muchas veces es transitorio.
Para vender más y tener una mentalidad de “voy a ayudar al que pueda ayudar” es esencial que te enamores del producto o servicio que vendes. Para vender bien tienes que identificarte y que tus valores estén en sintonía con lo que estas ofreciendo.
En mi caso salgo a vender coaching para vendedores y emprendedores porque yo mismo soy vendedor y emprendedor y creo firmemente en el coaching como herramienta para mejorar mucho más rápido y alcanzar los objetivos propuestos. Si te interesa conocer más sobre mi servicio de coaching 1 a 1 pincha aqui. Salgo también cada día a vender seguros porque sé de la importancia de tener un buen seguro, bien explicado que cubra a tu persona y a tu empresa si ocurre algo. Salgo a vender planes de ahorro porque ayudo a las personas a tener un dinero ahorrado con rendimiento y que al cabo de unos años son de gran ayuda para muchas familias. Y me va bien porque siento la utilidad de lo que estoy vendiendo.
Sin embrago también he experimentado el caso contrario en el pasado. Cuando tenía 24 años trabajé en el Decathlon durante un mes. En Decathlon es el único trabajo que me han echado. Y sucedió porque me pusieron a vender algo con lo que no me identificaba lo más mínimo y en aquel momento no quise aprender. Recuerdo en la entrevista inicial que me preguntaron que deportes me gustaban y había practicado. Mi respuesta fue futbol, tenis y senderismo. Me dijeron que lo tendrían en cuenta para ubicarme dentro de algunas de estas secciones. A la mañana siguiente me llamaron para decirme que empezaría a trabajar con ellos en la sección de… ¡deportes de agua!
Con una formación más bien escasa por parte de la empresa empecé. Aun me rio cuando recuerdo la escena de yo asesorando a un cliente sobre que tarje de buzo le convenia más para hacer submarinismo… Yo que nunca me había puesto un traje de buzo en mi vida y no tenía ninguna formación ni interés en ello. Unas semanas después la consecuencia fue la esperada, al cabo de un mes me echaron. Y menos mal porque fue un mes realmente duro también para mí.
¿Y cómo puedes saber si realmente estas enamorado de tu producto o servicio? Muy sencillo. Hazte la pregunta siguiente: ¿Eres cliente o comprarías aquello que vendes?
Si tu respuesta es “sí” entonces estas ante el producto o servicio correcto. Si tu respuesta es “no” estas ante el producto incorrecto. Volviendo a mí, yo soy consumidor de lo que vendo, he realizado un proceso de coaching como coachee antes de ser coach, tengo mi propio plan de ahorro y mis seguros con la empresa que colaboro Nationale Nederlanden. El mejor argumento de venta que puedes usar es: “Yo lo tengo, yo lo uso” y eso solo lo vas a conseguir si tú te identificas con tu producto o servicio. De aquí la importancia que tiene enamorarte de tu producto o servicio.